Paradojas de la vida

En plena sociedad de la información y, supuestamente, la cultura no deja de sorprenderme casos como el que he vivido este fin de semana pasado. En plena tarde de aburrimiento viernero fuimos a dar un paseo a un centro comercial. Aparcamos en el subterraneo y subimos al ascensor. Ya a punto de cerrarse se acerca un chaval, rubio, metro sesenta y poco, sin apenas pelillos en el bigote, con pantalones de trabajo y dos pedruscos en sendas orejas. Nos miramos todos y pensamos lo mismo: chavalin de 16-17 años cani. Va con la madre y una chavala de su edad, comiendose un bocadillo a las 8 de la tarde, muerto de hambre y la madre le increpa a la chavala que no le ha dado de almorzar. Nos extraña.

Salimos del ascensor y nos encontramos con que han montado una exposición sobre los orígenes del hombre. Craneos, esqueletos, recreaciones a tamaño natural de varios homínidos, puntas de flechas, primeras representaciones de Venus y otros idolillos. Nos acercamos y empezamos a comentar. Cuando nos dimos cuenta, teniamos al lado al chaval del ascensor alucinando con lo que veia. Y para terminar nuestra sorpresa (atención!que hoy en dia un chaval de sus características se acerque a una exposición a mirarla es digno de alabanza!!) empieza a charlar con nosotros sobre unos craneos que estabamos mirando. Pero conversación, conversación, que nos dejo ojipláticos de la cantidad de cosas que sabia el muchacho: que si fechas, que si evolución, que si capacidad craneal, que si inteligencia, que si herramientas.... Según él, habia visitado el Museo Arqueológico cinco o seis veces (!!!!!!!!!), hipérbole andaluza a parte, un chaval en un museo por su propia voluntad!!!y con pedruscos en las orejas!!!!!

Ante tal demostración de interés, fascinación por el mundillo arqueológico y ganas de saber le preguntamos que porque no estudiaba la carrera pertinente. Respuesta del chaval: iba a hacerlo, pero tengo que alimentar a mi niña y llevar mi casa pa'lante. El joven padre tiene 20 años, y con 17 tuvo su niña, por lo que tuvo que dejar de estudiar y buscar con que dar de comer a dos nuevas bocas: madre e hija.

Y aqui es donde maldices todo y te entra la rabia e impotencia. Ves un mozalbete con unas ganas locas de aprender, de estudiar, interesado por el mundo de la arqueología, que lee libros, ve documentales, visita museos...pero por una falta de información en educación sexual se encuentra con su vida, con un futuro prometedor, truncada. Te sientes impotente y lo único que puedes hacer para intentar ayudar recomendandole un par de libros y animandole a que busque un poco e investigue las becas que le pueden dar y hacerle ver que poco a poco quizás pueda cumplir su sueño de estudiar arqueología. Al menos me contentaba ver como se le iluminaban los ojos al oir esto, y espero que algún dia pueda lograrlo.

Y que todavia haya gente que se niegue a dar a sus hijos una adecuada educación, ya no solo sexual, si no en todos los sentidos....Nosotros aprendimos dos cosas: que las apariencias engañan y que Dios da boca a quien no quiere hablar...